Un decreto nacional disolvió el fideicomiso que financiaba el combate contra los incendios. La medida genera gran preocupación entre brigadistas y ambientalistas ante el riesgo de la temporada de sequía.
Los gobiernos de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires se reunieron en los primeros días de agosto para coordinar un protocolo de actuación y fortalecer la formación de brigadistas, con el objetivo de combatir los incendios en los humedales del Delta. Sin embargo, en medio de estos esfuerzos, se conoció una noticia que genera gran alarma: el Poder Ejecutivo Nacional eliminó los fondos para el Plan Nacional de Manejo del Fuego.
Mediante el decreto Nº 463/2025, el Gobierno Nacional disolvió el «Fideicomiso Financiero y de Administración del Fondo Nacional del Manejo del Fuego». Aunque la medida busca «eficientizar el gasto», deja al Sistema Federal del Manejo del Fuego sin una fuente exclusiva de financiamiento, ya que sus recursos ahora pasan a formar parte del presupuesto general del Ministerio de Seguridad.
Este fondo, creado en 2020, se alimentaba de aportes del Tesoro Nacional y un porcentaje de las primas de seguros. Según la periodista Bárbara Godoy, el plan recaudó más de $10 mil millones en 2022 y superó los $22 mil millones en 2023, recursos que se destinaban a la compra de equipamiento, capacitación de personal y obras de infraestructura. Su eliminación debilita la capacidad operativa de las brigadas y las deja supeditadas a decisiones administrativas de otra área del Estado.
La disolución del fideicomiso es especialmente preocupante, ya que se da en un momento de alta volatilidad del material combustible en la región. Un biólogo explicó que las plantas anuales, que mueren en invierno, se deshidratan y se convierten en «materia orgánica seca, con un 12% a 15% de humedad, que la hace susceptible de ser quemada». Esto eleva el riesgo de incendios y subraya la necesidad de contar con una respuesta rápida y bien financiada, como lo venía siendo el fondo eliminado.