La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que el fenómeno El Niño ya no se espera que sea “fuerte”, pero se prevé que será de una duración considerable. A pesar de llegar un poco tarde para buena parte del trigo en la región núcleo, las lluvias continúan y han logrado llevar octubre a su promedio histórico.
Las condiciones de El Niño en el Pacífico ecuatorial se han estabilizado en el nivel de un evento moderado. A pesar de esto, y a pesar de que sea demasiado tarde para gran parte del trigo en la región, el área sigue acumulando lluvias y ha alcanzado el promedio de octubre.
Las anomalías positivas se han debilitado en el Pacífico oriental, consolidando la presencia de un “Niño Moderado” en la región agrícola argentina, según el último informe climático de la Bolsa de Comercio de Rosario.
La BCR señala que el fenómeno El Niño, que suele implicar un aumento en las lluvias en la región agrícola argentina, no alcanzará la intensidad prevista hace un mes (como fuerte), sino que finalmente se ha estabilizado en un nivel moderado. Su influencia ya se hace sentir en la región central de Argentina con lluvias recurrentes, y cada semana se observa un aumento en su volumen y extensión.
Según el asesor de la BCR, Alfredo Elorriaga, “En septiembre, las anomalías positivas se debilitaron en el Pacífico oriental. A mediados de octubre de 2023, las condiciones de El Niño en el Pacífico ecuatorial centro-oriental se han estabilizado al nivel de un evento modereado. El conjunto de las variables oceánicas y atmosféricas es coherente con un evento moderado de El Niño”.
En este sentido, señala que “esta disminución en la intensidad del evento probablemente se traducirá en anomalías pluviales menores de las estimadas en las proyecciones de agosto de 2023”.
Elorriaga advierte que “casi todos los modelos predictivos de ENOS pronostican que el evento de El Niño continuará durante la primavera, el verano y el inicio del otoño de 2024”.
Se prevé que la categoría “Neutral” se convierta en la más probable entre mayo y agosto de 2024.
En resumen, antes se esperaba que El Niño declinara rápidamente para febrero/marzo, pero ahora se prevé que su influencia persistirá hasta mayo/junio/julio. Este cambio en el pronóstico tendrá importantes implicaciones para la agricultura y el clima en Argentina.
