El mercado ganadero se enfrenta a un impasse debido a la incertidumbre política y económica, lo que también se refleja en otros sectores de la agroindustria. Las recientes lluvias han brindado cierta esperanza y permiten comenzar a activar la retención de vientres.
La incertidumbre política surgida a raíz de las elecciones del 22 de octubre ha tenido un impacto en el mercado ganadero. Rumores de intervención en el Mercado Agroganadero de Cañuelas y la falta de definiciones políticas han llevado a una pausa en el negocio ganadero. Según Rosgan, el mercado se encuentra en un estado en el que solo se realizan transacciones estrictamente necesarias.
La incertidumbre ha aumentado aún más el clima de incertidumbre que ya existía antes de las elecciones, y las indefiniciones políticas prolongadas han agravado la situación, lo que ha llevado a un mercado ganadero reducido a movimientos esenciales.
Sin embargo, la reciente llegada de lluvias en la región central ha brindado cierta certeza al mercado. Aunque estas precipitaciones permitirán avanzar en la implantación de forrajes para reserva y algunos verdeos de verano, los ciclos biológicos naturales requieren un plazo de 20 a 30 días para responder. Además, la preocupación persiste por el estado general del ganado, que según Rosgan no es bueno.
La falta de lluvias en los meses anteriores ha retrasado la retracción de la hacienda que se esperaba en el mercado. Los productores, enfrentando la escasez de forraje, adelantaron la salida de ganado de sus campos, lo que se reflejó en altos índices de faena, especialmente en hembras. Sin embargo, el panorama climático está comenzando a mejorar gradualmente.
En cuanto a la faena, se observa un cambio de tendencia. La faena de vacas está disminuyendo en estos días, después de números elevados durante gran parte del año. Los datos preliminares de octubre muestran una caída del 14% en el ritmo diario de procesamiento con respecto a septiembre, aunque en el acumulado del año, sigue siendo un 25% superior a lo faenado en 2022.
En el caso de los terneros, la situación es similar, con una faena que se ha adelantado debido a destetes anticipados y un alto nivel de encierre. Esto ha generado una oferta abundante de novillitos livianos en el primer semestre de 2023. La faena de novillos ahora es inferior a la del año pasado, y esta tendencia se intensificará a medida que los campos recuperen receptividad para retomar los engordes de primavera-verano.